jueves, 18 de marzo de 2010

SIGNIFICADO DE LA VISITA A LOS MONUMENTOS

SIGNIFICADO DE LA VISITA A LOS MONUMENTOS

Después de la misa del Jueves Santo en la noche, el Santísimo se reserva en lugares especiales para la comunión del Viernes Santo, día en que se conmemora la Pasión y muerte del Señor y en que no se celebra la Eucaristía. Con la consolidación del culto eucarístico en los siglos XII y XIII, se extendió la costumbre de preparar un “sepulcro” a Cristo. He ahí que en muchos lugares se llame todavía “sepulcro” a aquello que nosotros conocemos como monumento.

La devoción popular hizo de este gesto práctico, es decir, reservar las hostias consagradas el Jueves Santo para la comunión del Viernes Santo, todo un despliegue de arte y creatividad. Nosotros heredamos esta tradición ya desde el principio.

¿POR QUÉ LA COSTUMBRE DE VISITAR SIETE MONUMENTOS?

¿Por qué el número de siete? Es una costumbre posterior a la de la preparación de los monumentos. Esta se deriva de la usanza romana de visitar las siete iglesias más importantes de Roma, que fomentara y promoviera san Felipe Neri en el S. XVI, y que todavía hoy se conserva.

Este gesto es una especie de peregrinación y sacrificio, que recuerda, según algunos, cuando Jesús fue llevado de un lado a otro durante el proceso seguido antes de su crucifixión.

Según la devoción popular, la visita a los siete monumentos recuerda los siguientes pasajes bíblicos:

1.      El recorrido por Jesús desde el lugar de la Ultima Cena, hasta el Huerto de los Olivos;

2.      Del huerto a la casa de Anás;

3.      De ahí a la casa de Caifás;

4.      El tránsito al pretorio de Pilato;

5.      De Pilato a la casa del Rey Herodes;

6.      Cuando es llevado por segunda vez ante Pilato.

7.      El recorrido hacia el Calvario con la Cruz a cuestas.

La costumbre de visitar los monumentos es propia del Viernes Santo, aunque muchos la hacen ya desde el Jueves en la noche. Desde tempranas horas de la mañana se ven numerosos grupos que van de iglesia a iglesia para cumplir con esta hermosa devoción.