El agua bendita
El uso correcto y saludable del agua bendita empieza cuando comenzamos por relacionarla con el agua del bautismo, puerta de toda la religión cristiana y también de la vida eterna. Recibir el bautismo es entrar en comunión de destino con Cristo «porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo os habéis revestido» (Gál 3:27), y es por ello hacerse miembro vivo de su Cuerpo, que es
En la liturgia, el agua es un símbolo exterior de la pureza interior. El agua es esencial para la celebración del bautismo. Significa la limpieza del pecado. "Este sacramento recibe el nombre de Bautismo en razón del carácter del rito central mediante el que se celebra: bautizar (baptizein en griego) significa "sumergir", "introducir dentro del agua"; la "inmersión" en el agua simboliza el acto de sepultar al catecúmeno en la muerte de Cristo de donde sale por la resurrección con El”
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La bendición con agua, usando acetre e hisopo o ramas de plantas, se utiliza como signo que nos recuerda el bautismo. Se utiliza en la misa en ocasiones especiales, como
El agua bendita se utiliza también muy frecuentemente como sacramental para bendecir personas o cosas.
La costumbre de hacer la señal de la cruz con el agua bendita contenida en una pila al entrar en las iglesias es un recuerdo del bautismo. No tiene sentido hacerlo al salir, sino al entrar.
¿Se puede beber el agua bendita?
¿Se debe retirar el agua bendita de la pila en Adviento y en Cuaresma?
El agua bendita no se debe quitar ni en Adviento ni en Cuaresma.
¿Para qué puede usarse el agua bendita?
Con el agua bendita desde luego no repetimos el bautismo sino que hacemos memoria agradecida de él, mientras invocamos la bendición de Dios sobre nosotros y sobre nuestras cosas. De aquí el uso del agua bendita en las bendiciones de casas u otros objetos. Puede lícitamente utilizársele en aquellas cosas que tienen una referencia directa a Dios y la verdadera religión o en las que realmente transcurre nuestra vida de bautizados.
No procede usarla en los objetos de simple lujo (joyas, juguetes, mascotas…), ni en los lugares ajenos a nuestra voluntad y dedicados o propicios para lo mundano (discotecas, tabernas…), ni debería usarse con referencia a la que potencial y gravemente puede contradecir el amor divino (armas, negocios con ánimo de lucro…).
De todo ello se deduce en que no hay en esto superstición, sino espíritu de fe y de hijos. Caso distinto es en los que se supone que propiedades intrínsecas de esas aguas benditas son las que van a mejorar la «suerte» de sus usuarios. Bien aprovechada, el agua bendita es hermoso memorial y eficaz remedio.