El Octubre del 2007 tuvo conmigo El Obispo de Tenerife, Don Bernardo Alvarez el detalle de elegirme para colaborar con él en el estudio y discernimiento de la realidad de la Piedad Popular en la Diócesis que él preside. Acepté gratamente sin mediar palabra, pues ha sido la Piedad de nuestra gente algo que siempre me ha interesado, unas veces para fortalecerla y otras para corregirla, acertadamente unas y erróneamente otras, pero siempre tuve claro que la Piedad Popular era un PUENTE válido por donde suelen transitar las “COSAS” de Dios. Este curso quisiera que diéramos un paso: Que nos sentáramos los sacerdotes en los arciprestazgos, los catequistas en sus reuniones, los agentes de pastoral en sus encuentros, y reflexionáramos sobre esta realidad tan importante, y cómo la estamos integrando en nuestro vivir diario. No hablar tanto de las desviaciones de la Piedad Popular, que también podría darse el caso, sino sobre todo de nosotros mismos y de cómo discernimos las distintas situaciones que se dan. No para quejarnos de las rutinas posibles o reales en la que está sumida la Piedad Popular, y lamentarnos y salir desanimados, sino para ver QUÉ se puede hacer, ya que la Piedad Popular es un hermoso puente para la transmisión de la fe, de hecho ha sido un instrumento providencial para la conservación de la fe allí donde los cristianos se veían privados de atención pastoral. Y salir alentados en la esperanza de que podemos hacer algo y que estamos haciendo algo por ese precioso mundo del “misterio”, de lo escondido, y que sólo le es revelado a la gente sencilla..
Te invito, pues, a participar en este reto.
Este blog nace como un medio de encuentro, de reflexión y de discernimiento.